Hola a todos queridos seguidores !!!
Estamos en plena temporada de calabazas y me fascina esta fruta, que no solo está cargada de propiedades saludables y propuestas gastronómicas, sino que su forma y consistencia están íntimamente unidas a tradición, religión, historia y espíritus de buena parte del mundo.
Esta idiosincrasia especial de las calabazas comenzó hace mucho mucho tiempo con la cultura Celta, con la celebración del Samhain, fiesta que marcaba el fin del verano y el inicio del invierno (31 de octubre - 1 de noviembre). Los celtas creían que en esa noche el velo entre el mundo de los vivos y los muertos se hacía más delgado, y permitia que los espíritus lo traspasaran. Para ahuyentar a los malos espíritus, los celtas encendían hogueras y colocaban luces en nabos y remolachas, ambos huecos y tallados, a modo de linternas protectoras.
En Irlanda y Escocia, esstas linternas se llamaban “Jack-o’-lanterns”, relacionadas con una leyenda popular sobre un hombre llamado Stingy Jack, que engañó al diablo y fue condenado a vagar con una linterna hecha de un nabo.
Cuando los inmigrantes irlandeses y escoceses llevaron esta tradición a América (siglos XIX-XX), descubrieron que la calabaza, originaria del continente americano, era más grande, más fácil de tallar y más vistosa. De esta forma, la calabaza reemplazó al nabo y se convirtió en el símbolo principal de Halloween, que conserva muchas raíces del antiguo Samhain celta.
En estos dias, los campos de Estados Unidos sobre todo en Illinois, California, Ohio, Pensilvania y Nueva York, están llenos de calabazas principalmente por las razones culturales ya comentadas, y por motivos agrícolas y comerciales.
Durante Halloween, millones de familias compran calabazas para hacer “Jack-o’-lanterns” (las típicas calabazas talladas con caras y velas dentro), en noviembre se celebra Thanksgiving (Acción de Gracias), donde el pumpkin pie (pastel de calabaza) es un postre tradicional. Muchas granjas hacen “pumpkin patches” (zonas donde la gente va a escoger su calabaza), junto con laberintos de maíz y ferias.
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| “pumpkin patches” AGH y MIR |
Con Cristóbal Colón llego la calabaza a España, los primeros registros de calabazas americanas en Europa datan de alrededor de 1500–1520. Antes de eso, en el Mediterráneo ya se conocían otras “calabazas” del Viejo Mundo (Lagenaria siceraria), utilizadas sobre todo como recipientes o utensilios, pero no eran las calabazas comestibles que hoy asociamos a Halloween o a la cocina moderna.
Tradicionalmente, en España, la calabaza, como fuente de luz, no está asociada al Día de Todos los Santos, jornada religiosa y familiar, dedicada a recordar y honrar a los difuntos, visitar los cementerios y llevar flores a las tumbas.
Existe una gastronomía propia de la fiesta como, huesos de santo, panellets, buñuelos de viento o las castañas asadas, donde la calabaza tiene un protagonismo especial en la elaboración de algunos de sus dulces.
Paso la receta de los panellets de calabaza que hice este año.
Ingredientes
- 250 gramos de calabaza cocida
- 250 gramos de almendra molida
- 50 gramos de avellanas molidas
- 140 gramos de azúcar
- 1 huevo
- Ralladura de medio limón
Preparación
En un bol ponemos la almendra molida, las avellanas, el azúcar, la calabaza cocida y chafada, el huevo y la ralladura del limón. Lo mezclaremos todo. Cuando tengamos el mazapán de los panellets de calabaza bien mezclado, lo dejamos en la nevera un par de horas o dejaremos de un día para otro. Hacemos bolas y ponemos una almendra en el centro. Ejercer un poco de presión para que la bola se aplane. Ponemos los panellets de calabaza en una bandeja para horno, sobre papel sulfurizado y los espolvoreamos con azucar. Introducimos al horno a 180 ºC hasta que queden dorados. Los tuve 20 minutos con mi horno eléctrico función ventilador. Sacamos los panellets de calabaza del horno, los dejamos enfriar ¡y listos para comer!
Truquillo:Recomiendo dejar la calabaza escurrida después de cocerla para que pierda toda el agua.
¡Qué Aproveche!
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