Este mes de noviembre el reto consiste en utilizar como ingrediente la mantequilla, fondo de armario de la cocina francesa, un producto básico esencial de su gastronomía. Se dice que los tres secretos de la cocina francesa son «¡mantequilla, mantequilla y más mantequilla!»
Para los cocineros franceses, la mantequilla es un ingrediente de base, aunque sea menos saludable que el aceite de oliva virgen extra y resulte más delicado a la hora de cocinar, pero les gusta porque consideran que fija los sabores, aporta untuosidad y cremosidad, un toque dulce.
Aunque no se sabe el origen exacto de la mantequilla, sabemos que seguramente este alimento se descubrió por accidente al batir la nata. El primer pueblo documentado en su elaboración fueron los mongoles. Para elaborarla, batían nata dentro de pieles de animales hasta obtener la mantequilla. Sabemos que si nos pasamos al montar la nata, llega un momento que se separa el suero de la leche y un nuevo producto, la mantequilla.
La mantequilla comercial posee un contenido graso de cerca de un 80 % y un resto de 15 % agua; la mantequilla artesanal posee una proporción diferente, llegando a un 65 % de grasas y 30 % de agua, con las grasas coaguladas en glóbulos de tamaño moderado. Se componen de triglicéridos, un éster derivado del glicerol y tres grupos de ácidos grasos.
Mantequilla ácida: tras la acidificación de la crema (esta es la tradicional).
Mantequilla dulce: antes de la acidificación de la crema.
Os presento unas verduras al horno, en la que la mantequilla utilizada con moderación le han dado un plus de sabor al plato.
Mantequilla dulce: antes de la acidificación de la crema.
Además se le puede añadir sal o no, obteniendo mantequilla salada o normal según el caso. Y, por supuesto, se puede elaborar a partir de la leche de muchos animales, siendo los más corrientes en occidente la mantequilla de oveja, vaca o cabra.
El aceite de oliva tiene más ácidos grasos insaturados y la mantequilla saturados, lo que lo hace más sano. La mantequilla libera compuestos tóxicos al cocinarlo a altas temperaturas, así que el aceite también es mejor para freír.
Aunque no la utilicemos en lugar de nuestro oro liquido, de vez en cuando se puede utilizar, sin perjuicio para nuestra salud: "Comer poco de mucho y no mucho de poco".
Os presento unas verduras al horno, en la que la mantequilla utilizada con moderación le han dado un plus de sabor al plato.
Ingredientes
- Espárragos
- Tomates cherry
- Tomate de pera
- Cebolleta
- Champiñones
- Pimientos
- Sal
- Ajo en polvo
- Mantequilla
- AOVE
- Pimienta molida
Limpiar las verduras, escurrirlas, que no les queda nada de agua. Depositar en una bandeja de horno, pincelada previamente de AOVE. Espolvorear de sal. Añadir unas lascas de mantequilla. Introducir en horno a 180ºC durante 35 minutos. Antes de servir añadir pimienta recién molida.
Comida sana y deliciosa, me encanta esta receta.
ResponderEliminarFelicidades por tu receta.
Besos.
Muchísimas gracias, con un poco de retraso. Estoy superada!!!
EliminarBien buenas, anda que unas verduritas así tan ricas y tan fáciles. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, perdona mi tardanza en contestar, estoy muy liada. Bss
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