Hola a todos queridos seguidores!!!
Esta receta de hoy me llevan a mi niñez, el bollo de aceite o malagueñas como las llamaba mi madre, es un dulce típico de Málaga que en los últimos años ha ido desapareciendo de las confiterías y yo misma me pregunto el porque de no encontrarlos.
En Málaga eran y siguen siendo típicos de pueblos del Guadalhorce, como en Alhaurin el Grande, o bien en municipios de la zona norte de la provincia, como en Villanueva de Tapia , con mayor frecuencia en Navidad.
Es un dulce que su truco consiste en el inflado que adquieren en el horno, de tal manera que cuando se muerden, los encontramos huecos por dentro. Para ello es necesario el perfecto doblado de los bordes.
Ingredietes
- 250 gramos de harina
- 100 mL de agua caliente
- 100 mL de AOVE suave
- 3 gramos de sal
- AOVE suave para pincelar
- Azúcar para espolvorear.
Preparación
En un cuenco mezclar ligeramente el agua caliente con el aceite.
Añadir la harina mezclada con la sal.
Trabajar unos dos minutos, sin amasar en exceso: no buscamos desarrollar gluten; solo una masa manejable y cohesionada
Sacar la masa del cuenco, colocar en la mesa de trabajo y unificar. Bolear la masa y déjar reposar 10 minutos. Este descanso hará que se relaje y luego se estire fácilmente.
Dividir en porciones de 50 g y bolear cada una de ellas suavemente
Dejar reposar 10 minutos.Dividir en porciones de 50 g y bolear cada una de ellas suavemente
Con rodillo, estirar cada porción hasta 1–2 mm de grosor. Recortar bordes para obtener un cuadrado de ~12 × 12 cm más o menos.
Espolvorear una capa fina de azúcar en el centro del cuadrado, dejando 2 cm libre en todo el perímetro para que el cierre selle bien.
Plegar cada lateral 1 cm hacia dentro: quedará un rectángulo final
Llevar un extremo superior hasta la mitad
Por último plegar el otro extremo por encima solapando ~1,5 cm con el anterior.
Sella los bordes presionando ligeramente con los dedos para que el interior se infle en el horno.
Colocar los bollos con el pliegue hacia abajo sobre la bandeja del horno forrada con papel. Continúa formando todos los bollos de la misma manera
Una vez estén formados, pincelar con abundante aceite, formando una cruz para que empape bien.
Espolvorear abundante azúcar por encima, asegurándo que quede una capa uniforme y bien esparcido, sin pegotes, que se quedará humedecida por el aceite
Hornear a 200 °C, calor arriba y abajo, en la parte central de horno, y sin abrirlo durante la cocción.
Sacar cuando estén dorados y enfriar sobre una rejilla. Los más valorados son los que se inflan y quedan crujientes por fuera, pero los que quedan mas bajitos no desmerecen en absoluto.
Esta receta la hice con las indicaciones del blog El Amasadero
¡Qué Aproveche!
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