Erase una
vez que se era en Viena, siendo
emperador, Francisco I de Austria (1804–1835), hacia el año 1832, cuando su mano derecha en las tareas de gobierno, el
príncipe austríaco Wenzel Clemens de Metternich, con motivo de algún evento
pidió que elaboraran como postre algo que ocasionara novedad y sorpresa entre sus invitados.
En aquella
ocasión, el responsable de cocina se encontraba indispuesto y tomo la
iniciativa el joven Franz Sacher (1816-1907), por aquel entonces aprendiz de
cocina. Con tan solo 16 años supo combinar los ingredientes, de forma que dio
fama a la preparación hasta nuestros días, de una tarta de chocolate de sabor
inigualable y de composición desconocida y hábilmente confiscada en el secreto
familiar de generación en generación y llamada torta o tarta Sacher.
Tras pasar
16 años trabajando en Bratislava y Budapest, Sacher volvió a Viena y abrió una
tienda de delicatessen y vinos. Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, fue
aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel y allí empezó a
confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce.
Este
responsable del secreto de la herencia familiar, después de recorrer media
Europa y extendiendo por donde iba la
tarta Sacher, volvió a Viena y decidió
comprar un palacio en
Philarmonikestrasse 4 detrás de la Casa de la Ópera de Viena, transformádolo en
un hotel. Prosperó tanto que llego a convertirse en uno de los más importantes
de Viena e incluso de Europa hasta que en 1945 sus dependencias fueron ocupadas
por los soviéticos, transformándose mas
tarde en un club de oficiales británicos hasta el año 1951, en el que recupera su función hotelera bajo la
dirección del Dr. Hans Guertler y su mujer Elizabeth. Durante todo este tiempo
la tarta Sacher fue elaborada y custodiada
con escrupuloso cuidado en sus dependencias.
La propiedad de la receta fue motivo de disputas legales entre los gestores
del hotel y la pastelería Demel. Finalmente, la justicia dictaminó que el hotel
tenía derecho a comercializar el postre bajo el nombre de Original
Sacher-Torte, mientras que la pastelería Demel debería venderla como Eduard
Sacher-Torte.
A pesar de no saber sus ingredientes, son muchas las versiones que
presuponen la composición de esta tarta, resumido en un delicioso bizcocho de
chocolate con mermelada de albaricoque y con una cobertura igualmente de chocolate sin adornos o como
mucho con una pequeña filigrana del mismo chocolate fundido donde se lee
tímidamente “Sacher”.
Mi tarta
Sacher
Esta versión
es la mía recopilada de mil consultas y elaborada en ocasión de mi cumpleaños
por mis hijos, Luisa, Ana y Fran. Tal ocasión lo merecía pues entro en una
nueva década, no diré cual.
Ingredientes
Ingredientes
- 75 gramos de harina
- 75 gramos de azúcar
- 25 gramos de azúcar moreno
- 25 gramos de almendra molida
- 2 huevos
- 75 gramos de mantequilla
- 8 gramos de lavadura Royal
- 175 gramos de mermelada de albaricoque
- 100 gramos de chocolate de cobertura Nestlé
- 200 mL de agua100 mL de ron
- 75 gramos de azucar
Cobertura de chocolate
- 100gr chocolate de cobertura Nestlé
- 100ml de nata líquida
- 1 nuez de mantequilla
Procedimiento
1ºEn un cuenco mezclamos los dos tipos de
azúcar cogemos un bol alto e introducimos únicamente las yemas y 2/3 partes del
azúcar. Lo batimos junto con las varillas hasta que nos quede una
crema. Reservamos.
2ºCogemos el molde que usaremos para
hornear el bizcocho, lo untamos con mantequilla y espolvoreamos con
harina, lo volteamos para que sólo nos quede la harina necesaria.
3ºPrecalentamos el horno a 170º.
4ºEn otro recipiente, juntamos la harina y
la almendra, mezclamos bien los ingredientes.
5ºMontamos las claras a punto de nieve,
cuando empiece a endurecerse le añadimos el azúcar restante y continuamos
batiendo a mano, hasta que nos queden duras pero teniendo cuidado que no se nos
pase el punto y se cuartee.
6ºAl baño María deshacemos el chocolate
hasta que esté totalmente líquido y una vez calentada la mantequilla en el
micro, la añadimos al chocolate y removemos bien.
7ºMezclamos la crema (yemas
con azúcar) junto con el chocolate templado. Después añadimos la mitad de esta
mezcla a las claras montadas, removemos con movimientos envolventes y cuando
esté bien mezclado añadimos el resto. A continuación, incorporamos poco a poco
la harina con la almendra, siempre con movimientos suaves para que no se nos
bajen mucho las claras. Una vez tengamos la masa la echamos al molde y lo ponemos
en el horno durante unos 45'.
8ºMientras esperamos a que se hornee el
bizcocho, prepararemos por un lado el almíbar, añadiendo todos los ingredientes
en una olla y dejando hervir durante unos 10-15min. y luego dejamos enfriar.
9ºLuego, prepararemos la cobertura
deshaciendo el chocolate de cobertura junto con la nata. Calentamos la
mantequilla. Reservamos hasta tener el bizcocho listo.
10ºUna vez tenemos el bizcocho hecho, lo
desmoldamos para que se nos enfría y así poder partirlo por la mitad. Cogemos
el almíbar preparado, bañamos una de las partes y extendemos la mermelada.
Importante, nunca extender el relleno hasta el borde ya que cuando le pongamos
la otra mitad, el propio peso de ésta haría que parte de la mermelada se
saliera. Una vez tapado, terminamos con el almíbar bañando la parte superior
del bizcocho. Colocamos el bizcocho relleno en un soporte alto para proceder a
la cobertura, pero para ello tendremos que terminar de mezclar el chocolate deshecho
con la mantequilla (de este modo obtendremos una cobertura brillante). Vamos
echando el chocolate para ir cubriendo todo el bizcocho y el chocolate sobrante
se iría cayendo, quedando sólo el chocolate necesario de cobertura.
¡Qué aproveche!
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